Hoy se planifica!

Como profesionales en la vorágine cotidiana olvidamos “sentarnos a proyectar” para que las cosas sucedan. No es una cuestión burocrática o tediosa. Es la mejor forma de delinear nuestros pasos a la meta que deseamos alcanzar.

Cuando comenzamos a concentrarnos en aquello que queremos, nuestro cerebro comienza a entretejer redes de conexiones neuronales las cuales buscan conocimientos en nuestra memoria para asociarla al propósito en el cual estamos enfocados.

Por otra parte, nuestros sentidos permanecen más alertas al ingreso de nueva información en la calle, en los medios, en las charlas, en libros… todo sirve para la estimulación de la búsqueda de respuestas y herramientas creativas.

Sentarse a planificar es plasmar todo aquello que nos ha enriquecido en nuestra indagación y enfocar la mente en la adquisición de nuevos saberes para elaborar un plan de acción concreto, realista y práctico. Pero no es solamente escribirlo, es poner todo nuestro sistema nervioso en función de nuestros pensamientos.

Para una planificación necesitamos entonces: un estado alerta de los sentidos, una mente abierta a la interpretación de esa información que recibimos, y momentos de introspección para permitir a nuestro cerebro acomodar y relacionar todos esos saberes con nuestras intensiones y emociones.

Por eso, cuando decimos que hoy se planifica es ser conscientes de que es necesario darle un espacio y un tiempo a esa elaboración que nos permitirá avanzar, ya que las metas no sea alcanzan por casualidad, sino creando las causas y las oportunidades.