¿Cuál es tu motor? ¿Qué es aquello que te impulsa cada día a progresar?
La mayoría de las personas desconocen la respuesta que define su propósito y el origen de la voluntad para lograrlo.
Si sos una de esas personas… que no cunda el pánico! Es normal a cierta edad o en momentos de nuestra vida sentir incertidumbre por no tener muy clara la meta final, y menos aún comprender los mecanismos internos que nos movilizan hacia esa dirección.
Usualmente el ser humano se deja llevar por sus emociones y por las circunstancias que lo rodean sin tomar las riendas de su destino. Si la única razón de felicidad es accionar para la satisfacción de las necesidades más básicas: alimentación, refugio, sexo, etc., podemos notar que estamos muy poco alejados de ese hombre originario de las cavernas.
El ser humano es un ser tan complejo y perfecto que puede recrearse así mismo en miles de formas. Pero para ello hay que salir de lo que se llama en psicología “la zona del confort”, se ese lugar en el cual nos hemos situado y que conocemos como única realidad.
Nuestra mente no tiene límites, nuestra voluntad y nuestra capacidad de amar aquello que hacemos tampoco.
La verdadera felicidad se esconde fuera de esa zona de confort intelectual, detrás de ese horizonte que nos hemos autoimpuesto, y ciertamente se halla muy lejos de la mera satisfacción de los deseos.
La podemos encontrar en la intersección de los logros personales, la voluntad para lograrlos, las estrategias que desarrollamos y la alegría de compartir con otros el fruto de ese esfuerzo.
Cuando la búsqueda de ese propósito, de esa meta, de eso “que venimos a hacer” te moviliza… Felicitaciones, estas progresando hacia tu propia felicidad =)
El camino hacia el conocimiento del mismo no es sencillo, pero en este espacio te ayudaremos a comenzarlo.
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